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jueves, 27 de octubre de 2011

El Oporto: ese vino vecino

Hoy en la sección de gastronomía, vamos a dar unos pequeños consejos para quedar muy bien delante de amigos y familiares. ¿Cómo? Hablando de vinos.
Primero comenzaremos con vinos extranjeros y dejaremos los nuevos para más adelante.

Para esta primera cata de caldos, nos desplazamos a Oporto, al norte del país Luso, una ciudad que si no conocéis, merece la pena por la historia que la envuelve y que además, la mayoría de sus edificaciones son declaradas por la UNESCO, Patrimonio de la Humanidad.


Oporto es una ciudad establecida a orillas del río Douro, pero no es famoso por ello, sino por los caldos que llevan el propio nombre de la ciudad y que son obra, en su mayoría, de las Bodegas Vila Nova de Gaia.



En estas fabulosas Bodegas pudimos degustar tres tipos de oportos, rodeados de muchísima vegetación y contemplando las riberas del río Douro.

*Una curiosidad antes de empezar a hablar de los vinos. El oporto, no se elabora en esta ciudad, sino en el interior de Portugal, lindando con la frontera de Cáceres, por lo que en esta bodega ya están los caldos que les quedan pocos años para comenzar su comercialización.


Ya nos metemos en faena y comenzamos con la descripción de tres tipos de oportos:

1. Ruby. Realmente no parece un oporto, sino más bien un tinto de mesa que podemos tocar cualquiera en nuestra casa. Es un vino joven, de 5 años elaborado en barricas de madera. Como ya indica su nombre es de un rojo intenso. Tiene mucho cuerpo y un toque frutal en el paladar. Para un español, podría pasar por un Ribera del Duero, porque no es muy fuerte y por el color tinto que tiene. El Ruby es perfecto para postres de chocolates amargos, quesos fuertes...En Portugal lo sirven en el postre, aunque nosotros no descartaríamos compartirlo con algún plato de carne que lleve confituras de acompañamiento.

El Ruby es el único rojo de los oportos que destacaremos, pero como mucho ya sabrán existen los blancos que son los más conocidos.

2. Tawny de 5 años. El Tawny de 5 años tiene un color algo más claro, consiguiendo un color parecido al ámbar. Tiene un gusto fuerte y seco al paladar. Al olfato es desenfadado, ya que ni es demasiado dulce ni fuerte. Es ideal para postres a base de huevos, tipo tocino de cielo.

3. Tawny de 20 años o Vintage. Es el oporto más fuerte. Muchos le podrían comparar con un Brandy español, tanto por aroma, sabor y aspecto, pero no lo es. Este Tawny es fuerte al paladar, pero luego te dejar cierto dulzor. Se embotella joven, sin filtrar. Es el único vino que puedes mantener sin descirhcar durante años, ya que cuanto más tiempo tenga, mejor estarás. Eso sí, una vez abierto, hay que consumirlo cuando antes, porque la oxidación con el aire, le afecta bastante. Te aconsejan que se tome tanto en las comidas, como en el aperitivo, como cualquier vino blanco.




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